Biggles. El viajero del tiempo (1986)

Jim Ferguson (Alex Hyde-White) es un joven americano, presidente de una empresa de... (perdonad, pero no me he enterado, ¿comida preparada?¿cenas con famosos?...), que recibe la visita de un misterioso anciano (Peter Cushing), el cual le pregunta si ha vivido algún suceso extraño. Tras la negativa, y tras despachar a Cushing, de repente, una especie de rayo le lleva al pasado...
Allí se encontrará con Biggles (Neil Dickson), un intrépido piloto de aviación que acaba de estrellarse con su biplano, y al que rescata antes de que explote dicho avión. Tras presentarse ambos, y saber Jim que se encuentra en plena Primera Guerra Mundial, al ratillo una explosión lo lleva de nuevo a su presente, a su apartamento. Sucesivos rayos le van transportando al pasado y luego de vuelta. Cushing, que se ha declarado agente del Servicio Secreto británico le explica en un momento dado que debe ser el alma gemela de Biggles, y por eso, cuando uno de los dos está en peligro de muerte, viaja en el tiempo para ayudar al otro (?). No solo eso, sino que debe ayudar al citado Biggles a destruir un arma secreta de los alemanes y que podría, si no es destruida, cambiar el devenir de los acontecimientos, y por lo tanto, la Historia...

Bueno, soy muy fan de Queen, y esta película estaba archivada en mi disco duro mental (sin haberla visto nunca) como la que portaba una canción de John Deacon, el bajista de Queen, su única experiencia fuera de la banda.
He mirado por ahí, y el tal Biggles parece ser el protagonista de una serie de novelas británicas escritas por un militar y que probablemente tuvieran éxito en su ámbito. Aquí parece ser que se toma al personaje y se le introduce en un embrollo de viajes en el tiempo.
John Hough, el director de "Drácula y las mellizas", tal vez tocara techo con su adaptación de "La leyenda de la mansión del infierno", de Richard Matheson.
Viajes en el tiempo porque sí, conejos sacados de la chistera a gusto de los guionistas, ahora va, ahora vuelve; da igual el porqué (la excusa anteriormente citada de las "almas gemelas" es un tanto vaga) y el cómo, aunque de vez en cuando aparezca un rayo.
Y es ése el problema. A pesar de su tratamiento de comedia y sus aventuras bélicas, -y su adscripción al fantástico-, lo que aparenta ser una pequeña cinta entretenida se ve lastrada por un mal guión, algunos actores bastante deficientes, diálogos del todo a cien (ese fabricante de salchichas -refiríendose al alemán malo- va a ver de lo que es capaz este trasto) y sobre todo, una banda sonora horrorosa, totalmente ochentera en la peor acepción de tal vocablo, insoportable. Vamos, que a su lado, la BSO de Alan Parsons en "Lady Halcón" parecía de Maurice Jarre...
El malo alemán, muy malo (se pone una máscara de hierro para pilotar el avión); el amigo gordo del chico, insoportable; la historia de amor con la alemana, ni en los telefilmes; las conductas de los personajes, para dejarte perplejo...
En fin, por acabar, no puedo recomendarla en absoluto, eso sí, en su defensa, y a pesar de todas las tachas señaladas, es simplemente muy flojilla, no es nefasta ni deleznable. Tan solo para completistas del género (del género de viajes en el tiempo)
Pd.- Fue la última película del inmenso Peter Cushing. Tal vez por verle a él en sus breves apariciones ya valga la pena...