Una bella y joven recién casada (Elizabeth Taylor) se va a vivir con su marido (Peter Finch) a Ceilán, donde tienen una enorme plantación de té, llamada "la senda de los Elefantes".
La mujer se enamora del capataz (Dana Andrews), pero este asunto queda relegado a un segundo plano por otros acontecimientos más graves: se desata una epidemia de cólera, la sequía causa estragos y hordas de elefantes enloquecidos por la sed amenazan con devastar la plantación.
Película de aventuras con tres actorazos del momento que sirvieron para crear un triángulo amoroso en la historia. El rodaje no estuvo exento de contratiempos, siendo el principal, el hecho de que Vivien Leigh iba a ser la protagonista, pero debido a sus problemas psiquiátricos se la sustituyó por Elizabeth Taylor. Muchas tomas estaban rodadas ya con ella, y esto trastocó la película que implicaba dificultades en el montaje y eliminación de algunas escenas.
El film resulta un producto de aventuras, entretenido y agradable que gustará al espectador. La carga de los elefantes es digno de ver. (decine21)
La senda de los elefantes es, básicamente, un melodrama con toques de aventura exótica. Está maravillosamente filmada en escenarios naturales y tiene un cuidado guion que nos lleva al inexorable final que, no por esperado, deja de ser espectacular y emocionante cómo solo nos sabía emocionar el cine clásico, sin efectos digitales que por entonces no existían.
Vale la pena.